Desafío III: Perfume


"…las caricias cada vez más intensas, no recordaba ya porque estaba ella ahí ni quién era yo, su mano se fue acercando a mi entrepierna y yo me llenaba de más ansiedad, de más deseo, llego a mi vulva, me empezaba a tocar y yo gemía, gemía de deseo, acerco su boca a mi oreja y en un susurro ardiente me dijo:

- Qué tanto me deseas?-"

Busqué las palabras con desesperación, pero no hizo falta sentí mi cuerpo estremecerse, mis labios húmedos exhalaron un suave gemido, su dedo se sumergió en el mar de mis pasiones, arrancándome placeres prohibidos, sonreí como respuesta a su pregunta y mis manos se abrieron paso entre sus muslos y mis dedos se bañaron en su deseo, lamí mi premio… lamí el placer causado… y quise más… más… deslice mis manos sobre sus muslos, alzando su falda para dibujar con mis manos su braga, apoyé mis dedos, con el roce de mis manos sobre su suave vientre, besé la seda que nos separaba su calor y humedad habían perfumando su deseo, encendían el mío, las palabras de él estallaron en frente de mi “amo llevar tu perfume al trabajo… la gente me observa y no saben que les ocurre… es el perfume del deseo”, mis deseos estallaron.
Danzaron mis dedos en suplicas de placer, su música marcaba el ritmo con coros celestiales, me deslice por sus bragas con delicadeza, solo dibujando el contorno de sus piernas la invite a relajarse, sucumbiendo ante mis deseos, mis mejillas delinearon una V en sus piernas, hasta que mis labios perdidos en sus muslos encontraron la seda mojada. Nadó mi columna una anguila electrizante, me sentí húmeda, bese aquel trazo de tela que nos separaba, probé su placer mientras el deseo poseía mis manos, ante mis dilatadas pupilas sus piernas se tensaron en la suplica muda, mis dedos
. la privaron de su seda protectora.
Mi lengua evoco los senderos ya recorridos en mil fantasías, descendí entre sus piernas, besos furtivos… mi lengua… el sabor de su placer, baño mi rostro, despertó deseos oscuros, perfumo mi rostro, sus gemidos se hicieron más fuertes, sentí su cuerpo estremecerse…

-Qué tanto me deseas?

el sonido de las llaves me arrebataron de ella, al abrirse la puerta, meciéndome me acerque, mientras bajaba mi falda ocultando su braga, cuando nuestras miradas se cruzaron, él esbozo una pequeña sonrisa, dijo:

-Qué perfume es ese?

-Wish. - picara mente respondí...

Fotografía: Onilad

3 comentarios:

Mar Moreti dijo...

pasionalmente erótico e interesante, al igual k la parte II...



un beso Arno.

Leandro Bordalejo dijo...

la parte II fue excelente yo debo agradecerla a mi coautora

Mar Moreti dijo...

si que lo fue!!!
espero no demoren en seguir...


saludos cordiales
a ambos.

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